Aunque no hay estudios en situaciones similares, David Bueno señala que “un confinamiento obligado empieza a limitar la plasticidad neuronal limitando, valga la redundancia, la capacidad de establecer conexiones neuronales, de establecer nuevos aprendizajes significativos".
De ahí, la importancia de cambiar el método y priorizar el trabajo de la resilencia -capacidad de superar circunstancias traumáticas usando una metodología -como señalaría otro de los grandes en materia educativa Fernández Bravo- del respeto, una metología activa que permita partir de su criterio para generar ideas que sirvan para responder las necesidades del que aprende y no del que enseña.
David Bueno, señala la etapa Infantil de 0-6 años es “crucial por la plasticidad cerebral y que es importante que en ella se trabaje: Arte, música y la propiocepción (el conocimiento de nuestro cuerpo, su movimiento) al dotar de estrategias básicas al cerebro. Arte, por ser el primer lenguaje simbólico de la humanidad, música por tratarse del único lenguaje universal y propiocepción porque cerebro y cuerpo deben estar conectados a través de los 6 sentidos: vista, oído, tacto, gusto, olfato y propiocepción (que no 5 como se suele decir) . Los niños deben probar, oler, explorar los colores, las formas, sentir los ritmos a través del cuerpo,... Hasta los 5-6 años, los sentidos deberían usarse simultánemente".
En este tiempo de confinamiento, se está recurriendo al uso de pantallas (Tablets, móviles,...). No es que haya que prohibirlos radicalmente pero hay que tener en cuenta que sólo trabajan vista y oído
(el tocar la pantalla no es significativo) no ayudando a integrar los sentidos que es, en definitiva, lo que necesitan los niños y ya no sólo los niños de Infantil.
Los niños deben aprender a aburrirse ya que es cuando el cerebro activa la creatividad, el planificar qué hacer aunque cierta rutina y unos límites claros son necesarios. Cada día, deberían aburrirse un poco para pensar por sí solos en qué hacer para entretenerse, para resolver una situación, etc y eso es algo que se olvida en etapas superiores donde suele aparecer el estrés.
El estrés puntual es imprescindible pero el problema es cuando se cronifica ya que bloquea la capacidad del cerebro de aprender. Hay que buscar que los alumnos estén activos y no sobrepasados. Es importante que el adulto primero se eduque asimismo para ello. Los ojos y nuestra forma de decir las cosas son “nuestra puerta emocional a los demás" y según lo que expresen, pueden contagiar aspectos positivos como la emoción y la alegría u otros como la rabia porque el niño no lo hace a "nuestra manera" rompiendo la confianza que pueda tener el niño en el adulto. Las emociones son el patrón más básico de nuestra conducta y, por tanto, debemos prestarles atención.
La vuelta al cole deberá tener en cuenta sus experiencias y no tanto contenidos; deberá tener en cuenta sus emociones y la seguridad de que recuperaremos el tiempo posible,
si mente y corazón van de la mano. "TRATEMOS DE RECUPERAR SUS SONRISAS Y LUEGO LLENAREMOS SUS MENTES"
Profe Rocío (Infantil)
24 de abril del 2.020
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