LA CLASE DE ROCIO

LA CLASE DE ROCIO
“El niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien pensamientos, cien formas de pensar, de jugar y de hablar, cien siempre cien formas de escuchar, sorprender, amar, cien alegrías para cantar y entender" (Loris Malaguzzi)

domingo, 6 de noviembre de 2016

LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES EN EL DESARROLLO INFANTIL




Cuando venimos al mundo, lo hacemos desprovistos de un vehículo de comunicación fácil de interpretar para la mayoría. Sin embargo, lo hacemos con la capacidad de emocionarnos: con la capacidad de reír, de llorar de una forma u otra en función de la necesidad, con la capacidad de sorprendernos o asustarnos,…Cada emoción es reveladora, estando en nuestra mano aprender de ellas. Como padres y/ o como educadores debemos tener en cuenta que, nuestra forma de dirigirnos a un niño va a dejar huella en  su proceso de construcción personal igual que nos ocurrió a nosotros (nos construimos desde el momento en el que nacemos hasta que morimos). Si fueras niño ¿cómo te gustaría que te hablarán y te enseñaran?. Si queremos niños felices tenemos que empezar por ser adultos felices para lo que es necesario saber gestionar las emociones identificando lo que, cada una de ellas, quiere aportarnos. Si un adulto no las  trabaja en si mismo, si no es capaz de llorar de emoción, de sentir felicidad ante un abrazo y una sonrisa,…si no es capaz de emocionarse es difícil que emocione. Sin duda, un trabajo en lo emocional, más allá de un Coeficiente Intelectual,- es facilitador del éxito. 

Francisco Mora , en su libro “Neuroeducación” de la editorial Alianza señala que <<sin emoción no hay curiosidad, ni atención, ni aprendizaje, ni memoria>>>; que << la atención despierta cuando hay algo nuevo en el entorno>>. Por eso, en lo familiar, en lo educativo, en lo laboral,…enseñar sin emocionar no llega a ningún lado.  Por el contrario, el no prestar la importancia que merecen a las emociones en los distintos ámbitos deriva en problemas de autoestima, a un autoconcepto negativo,  a dificultades en las relaciones personales, etc.

Si se educa desde la emoción entra en juego el “Cerebro Emocional”, es decir, el Sistema Límbico. Así generamos un aprendizaje implícito-emocional, un aprendizaje sin esfuerzo totalmente alejado del aprendizaje cognitivo que exige una atención selectiva y sostenida con el consiguiente gran desgaste.

Por la importancia que merecen las emociones en el desarrollo del niño a continuación se proponen una recopilación de actividades para el aula o para casa que nos ayudarán a crear un buen clima que haga sentir más allá  que automatizar aprendizajes: 

1.       Identificación de las emociones básicas. Para una adecuada gestión es necesario conocerlas, que pongamos ejemplos situaciones que nos llevan a sentir esa emoción. En el aula, habrá un rincón especial para las emociones pudiendo cada niño colocar  su foto  en la que sienta en ese momento explicando porqué. Es importante que primero lo hagamos nosotros para que vean cómo es la dinámica y sientan menos vergüenza de expresarlo. Para los más pequeños/ bebés, resulta divertido jugar a poner las expresiones faciales correspondientes a cada emoción imitando al adulto que lo hace con él.

2.       Álbum de fotos emocional. A los niños que lo deseen se le harán fotos poniendo caras que expresen las distintas emociones pudiéndoselo llevar a casa cuando esté acabado.

3.       Diccionario de las emociones. Los niños dibujarán/colorearán cada emoción y al final se recopilarán todas y se plastificarán para convertirlas en un diccionario de emociones dentro de la biblioteca del aula.

4.       “Una música una emoción”. Se pondrá música diversa para ser escuchada con los ojos cerrados y, de una forma más o menos guiada en función de la edad, se le dará un título de una emoción a un tema.



5.       “El tarro de las buenas noticias”. En él, se irán guardando a modo de notas, las buenas noticias para poder abrirlo cuando esté lleno.

6.       Lectura de cuentos. Para ello, resulta de bastante utilidad la colección de “Cuentos para sentir”, “Por cuatro esquinitas de nada”, “Cuentos para educar en Inteligencia Emocional", el “Emocionario",  “Elmer”, “El pez arco-iris” o “El monstruo de colores” trabajados posteriormente en la asamblea. Si lo hacemos en casa, en el momento del día que dediquemos a ello viendo con ellos, qué sienten los personajes.

7.       ¿ Y tú cómo te sientes?. Cuando surja un conflicto entre los niños, es vital prestar atención a sus reacciones para que sean capaces de verbalizarlas y llegar a un estado de calma. Por ello, cogeremos a las partes implicadas y los llevaremos a un sitio del aula explicito para ello con dos sillas. En el respaldo de una de ellas habrá una boca y en el otro una oreja para que cada uno tenga su turno de hablar y de escuchar. De esta forma el conflicto será resuelto entre ellos siendo conscientes de lo que hacen sentir al otro.

8.       El dado de las emociones. Estando los niños sentados en círculo, cada uno deberá imitar la cara del lado del lado que le caiga.

9.       Construyendo caras. Los niños deberán ir completando en un rostro realizado con fieltro, las caras con distintas emociones (puzzle).
10.   Visionado de la película “Del revés”

11.   Rutinas de relajación. El momento más adecuado para llevarlas a cabo es tras sonar el timbre que indica la finalización del recreo para llegar a un estado de calma. También resultan útiles cuando se va a cambiar de profesor para que haya una ruptura con lo anterior y se sitúen en el aquí y ahora.

      12. Bingo de las emociones

A modo de cierre señalar que el modo en que en este sentido les enseñemos marcará su futuro. Por ello, no dudemos en hablar muchísimo con ellos para que expresen lo que sienten, no dudemos como padres en achucharlos, jugar con ellos,..  y como maestros en comprenderlos y guiarles. Porque todos fuimos niños y algunos no escondemos a nuestro niño interior que no deja de aprender, disfrutar y sorprenderse.


“Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo, sus órganos, sus huesos, sus funciones, sus sitios pero nunca supimos de qué estaba hecha el alma" Mario Benedetti.

Por las almas de mis alumnos pero en especial por las de mis hijos que son mis mejores maestros: Gracias por enseñarme a emocionarme cada día

 Autora: Rocío Valero de Bernabé Montero








2 comentarios:

  1. Muchísimas felicidades por el blog! Me ha parecido muy interesante como hablas de las emociones y las herramientas que nos facilitas. Algunos libros los tenemos en casa, el que más ayudo a nuestro pequeño fue El monstruo de colores, identifica muchas de sus emociones y nos va genial. Te mando un abrazo fuerte. Victoria

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